sábado, 6 de noviembre de 2010

Rezando el Rosario



Una vez en el Rocío, comenzamos a reunirnos para rezar la tradicional oración del Rosario. Lo hicimos itinerante desde el inicio del paseo junto a las Marismas en el atardecer. Varios jóvenes rezaron las Avemarías y las intenciones de cada misterio que oportunamente fue explicado. El momento más emocionante fue ante el monumento de Juan Pablo II y el recuerdo que tuvimos de él cuando visitó la Aldea del Rocío en el 1993. Nuestra unidad y recuerdo por el Papa en su visita hoy a Santiago se hizo evidente. Tras este momento nos fuimos rezando hasta la nueva sala de velas junto al Santuario. Allí entramos con cientos de velas encendidas. Cada joven representando a una casa salesiana llevaba una vela. Se iba diciendo en voz alta la casa salesiana y se encendía una vela. ¿Qué sentido tenía aquello? Pues rezar ante la Madre de Dios por el trabajo que realizan los salesianos en cada obra que tienen, pedir por las familias, los jóvenes...el Rosario concluyó junto a la Virgen, junto a la reja famosa. Allí concluimos y recibimos un Rosario que Rafa Sánchez había pasado previamente por el manto de la Virgen. La emoción se unió cuando entró dentro del Santuario la hermandad filial de Madrid con los sones rocieros y la Salve a la Blanca Paloma.

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